La siembra es una de las principales tareas agrícolas. La siembra consiste en situar las semillas sobre el suelo o subsuelo para que, a partir de ellas, se desarrollen las nuevas plantas. Hay que saber sembrar bien si queremos que nuestras plantas crezcan en el lugar adecuado y con las condiciones adecuadas. Tenemos que pensar que una cosecha conlleva mucho trabajo, esfuerzo y dinero, por lo que debemos asegurarnos de que todos los pasos que llevan a ella han sido tomados adecuadamente.
TIPOS
DE SIEMBRA
Existen fundamentalmente dos tipos de siembra:
- Siembra directa: Es
aquella en la que las semillas se sitúan directamente en su emplazamiento
definitivo. La siembra directa requiere que el suelo tenga unas determinadas
condiciones de humedad y temperatura y que haya sido preparado adecuadamente
para recibir las semillas. Igualmente debemos tener en cuenta lo que se conoce
como marco de plantación que incluye la profundidad de sembrado o la distancia
de plantación entre semillas.
- Siembra indirecta: Es
cuando la semillas no se siembran directamente sobre el suelo sino que se
siembran a cubierto para que puedan resistir las condiciones ambientales o
cuando se prefiera disminuir las perdidas de semillas si se utiliza el método
directo. En este caso la siembra se efectúa en un semillero. Este tipo de
siembra garantiza un uso más eficaz de la semilla. En el semillero las semillas
no guardan las distancias reales porque después deben trasplantarse a su lugar
definitivo.
Técnicas de siembra: ¿cómo sembrar las
semillas?
Las plantas silvestres comestibles crecen de manera
espontánea cuando la semillas caen en el suelo después de ser dispersadas fundamentalmente por el viento o por
los animales. Sin embargo en horticultura es conveniente conocer las técnicas
de siembra para obtener los resultados más satisfactorios. Las principales
maneras de sembrar son las siguientes:
- Siembra a voleo: Se
trata de un método de siembra directo en el que se intenta que las semillas se
distribuyan lo más uniformemente posible sobre todo el terreno. Este tipo de
siembra se utiliza especialmente en los viveros para sembrar semilleros. Se
trata de un tipo de siembra realizada al azar que requiere gran cantidad de
semillas y no resulta rentable para la mayoría de los cultivos. Se utiliza
fundamentalmente con cultivos intensivos, sobre todo para cereales o legumbres
como el arroz, la soja, el trigo, el heno, etc.
La siembra a voleo puede realizarse mecánicamente mediante
máquinas llamadas sembradoras o manualmente. Las primeras garantizan una mayor
rapidez y precisión aunque resultan mucho más caras. En la siembra a mano, el
agricultor dispone de un contenedor en donde se encuentran las semillas y las
siembras manualmente a medida que avanza por el campo.
Si se siembra a mano o cuando se siembran a voleo semillas muy
poco pesadas, es conveniente mezclarlas con otros materiales más pesado como la
arena para que caigan con mayor facilidad en el lugar deseado. Además la arena
suele tener un color diferente al suelo por lo que visualmente puede
distinguirse si se ha realizado una siembra bastante uniforme.
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